En el momento que se trabaja en una empresa, se comparten muchas horas junto a tu compañero o amigo. Si somos capaces de disfrutar el ambiente, normalmente terminaremos con la rutina de trabajo sin problemas.
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Lo mejor de todo es poder conocer a ese que está a nuestro lado para tenerlo como un beneficio, tanto para él como para nosotros. Pero, hay que saber que en muchos casos suelen aparecer varios contextos y confusiones en sí. Igualmente, todo esto podría conformar grupos de trabajo en situaciones que terminan enredando los términos. En ocasiones, pensamos que el compañero es nuestro amigo y al final, no lo es.
Claro que todo esto no sugiere que sea necesario llevarnos mal con él. No obstante, vamos a conocer si de verdad, esa relación se transformó en algo más.
Cuidado con la sinceridad con tu compañero o amigo en el trabajo
Hay momentos en que la sinceridad podría ser un factor negativo. La típica frase de “yo no vine a conversar, vine a trabajar” podría limitar el tipo de relación que se crea con el mundo. Se pretende muchas veces que lo más importante es ser productivo.
Desde otro punto de vista, hay que ser más perspicaz y saber en qué persona confiar. El objetivo es no llevarse algún tipo de sorpresa. Aquellos que se han considerado amigos, que están acompañándote, posiblemente no lo sean realmente y terminen perjudicándote.
Posiblemente, cada una de esas experiencias hay que vivirlas para aprender más. Lo cierto es que no está de más ser precavido con quien tratamos. Al final, saber si es un compañero o amigo de trabajo, dependerá de tú habilidad.
¿Te ha pasado algo similar? Puedes contarnos la experiencia que has tenido con tu compañero o amigo de trabajo. ¿Te traicionó? ¿Dijo algo que no debía? Son muchos los casos, siempre es bueno tener el punto de vista de cada uno de los lectores.